Hablemos vida

Hace unos días me sentí confrontada con el pasaje bíblico de Mateo 15:1-20, en el que Jesús concluye explicando: “Pero lo que sale de la boca viene del corazón y contamina a la persona. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. Estas son las cosas que contaminan a la persona, y no el comer sin lavarse las manos.” Al recordar el versículo caí en cuenta de que, mientras criticaba, dejaba que creciera en mi corazón una plantita de amargura y que si seguía con esta conducta, permitiría que se hiciera más fuerte y luego sería más difícil de arrancar. Así que pedí perdón y me esforcé por cambiar la conducta.

Esto me llevó a pensar en los tipos de pensamientos negativos que pueden convertirse en lo que hablamos y que no sólo nos contaminan a nosotros, sino también a las personas que nos escuchan. ¿Has notado que hay algunas personas con quienes solemos evitar hablar porque pareciera ser que nos drenan energías? Quizás es porque hablan queja, critica, negativismo o mentiras. Pero, ¿qué hay de nosotras?, ¿qué hablamos nosotras? Y, ¿qué dice lo que hablamos respecto del estado de nuestro corazón? Demos un pequeño vistazo:

◦ Queja: nos habla de un corazón victimizado, inconforme y mal agradecido. La forma de eliminar la queja de nuestras vidas es el agradecimiento. Si bien a todos nos toca vivir días o temporadas malas, aún en medio de las dificultades, estoy segura, podemos encontrar algún motivo para agradecer. Cuando lo encontremos, habremos cambiado nuestra situación y dejaremos de ser esclavos de ella y nos elevaremos sobre ella.

◦ Crítica y murmuración: nos habla de un sentimiento de superioridad que nos coloca en una posición moral desde la cual podemos emitir juicio contra otros. Un corazón con baja autoestima suele cubrirse de orgullo y superioridad, es muy dado a la auto comparación. En general, criticar a otra persona es una forma burda de compararnos con ella. La forma de enfrentarnos a la crítica y murmuración es con humildad y fe. Debemos ir a Dios y preguntarle qué piensa Él de nosotros y permitirle sanar nuestra auto imagen. (Romanos 12:3)

◦ Negativismo: refleja un corazón incrédulo, inconforme y amargado. Una persona negativa ha dejado de creer que Dios está de su lado y espera siempre lo peor de cada situación; esto es el equivalente a decir que Dios es mentiroso, porque Él ha prometido bendecirnos y hacernos bien. El negativismo se combate con fe. Fe para creer que cada una de las promesas que Dios nos ha hecho a través de la Biblia se cumplirá en nuestras vidas. Esto implica que debemos leer la Biblia para conocer sus promesas y aferrarnos a ellas.

Así es que te invito a que vivamos Filipenses 4:8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Llenemos nuestra mente de la Palabra de Dios para que podamos llenar nuestra boca de vida, agradecimiento y alabanza.

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